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Cierre de 2023

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 Como cada año, me siento delante del ordenador a escribir unas palabras que sirvan como cierre de año. Este año ha sido tan fugaz que ni me lo creo. Parece que fue ayer cuando estaba empezando, y hoy está dando los últimos coletazos. 2023 ha sido un año de mucho aprendizaje y meditación. Aparecieron nuevas personas en mi vida, que a día de hoy son muy especiales para mí. Y otras, que pensaba que jamás se irían, hoy no están conmigo. A estos últimos tengo que agradecerles el haberme enseñado la otra cara de la moneda, la de que aunque te traten como una persona imprescindible en su vida, un día puedes dejar de serlo. Quizás porque ya no les aportas lo que quieren o porque ha llegado otra persona a su vida que le da lo que tú no tienes. Es así. Hay amigos que te dicen querer, pero cuando les llega alguien nuevo, dejas de valer para ellos. También han reaparecido en mi vida personas que antes estaban. Hoy vuelven a formar parte de mi día a día. Y me han enseñado que cuando la amistad es

La última

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 2022 se marcha. Y, como cada año, toca hacer balance.  Este año ha sido un año lleno de grandes momentos. Ha sido un año que ha traído consigo momentos de carcajadas, momentos de llantos, de luz y de mucha, mucha oscuridad, momentos de esperanza y momentos de desesperación total. Ha traído amor y también se lo ha llevado. Ha traído a personas nuevas y ha hecho que otras se marchasen.  2022 ha sido un año cargado de enseñanzas. Me ha enseñado que las amistades de verdad, van a escucharte la misma historia las veces que hagan falta; que si tienen que sacarte de tu cama, de la que no quieres salir porque no tienes fuerzas para nada, lo van a hacer. Y que, igual que te van a secar las lágrimas, también te van a reñir si estás haciendo algo mal, y van a reír contigo cuando sea el momento de reírse. Esos amigos son los que van a darte tu tiempo y tu espacio para que tú seas quien ponga el ritmo y la que decida cuándo, dónde y cómo. Los amigos de verdad están, aunque sea en la lejanía. Este

Vulnerables

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  "El amor nos vuelve vulnerables." Es una frase que tengo en mente desde hace muchísimo tiempo. Y cada vez tengo más claro que es cierto.  El amor nos vuelve ciegos, nos encadena a una perspectiva que tenemos nosotros mismos, nos hace perder la razón por completo, nos hace cuestionar nuestros propios límites.  Es la pérdida total de la cordura. Pero somos seres sociales y está en nuestra naturaleza la necesidad de tener pareja. Y, a veces, nos aferramos a una idea que nosotros mismos hemos creado de nuestra pareja, viéndola perfecta, y creando unas expectativas que pocas veces se cumplen. Cometemos el error de dejar en manos de la otra persona nuestro propio autoestima y nos abandonamos, hasta el punto de perdernos a nosotros mismos, buscando la aprobación del otro para estar bien.  El amor nos hace vulnerables precisamente por eso: porque nos olvidamos de quienes somos y nos alimenta los miedos que, estando solos, no tenemos. Porque se crea un vínculo especial que quieres p

Ahora sí

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 Han pasado tantas cosas en todo este tiempo. Ha pasado tanto tiempo entre tantas cosas, que hoy no soy la misma que hace un año, o que hace unos meses. Hubo un momento en el que creí que estaba viviendo lo que de verdad quería, y que quería las relaciones que tenía. Me di cuenta que no. Y no fue fácil darme cuenta, porque había una voz en mi interior que me gritaba que no era eso lo que quería, y que huyera. Pero la quise silenciar, porque todo era como debía ser, o como yo pensaba que debía ser. Muchas lágrimas más tarde, la voz resonó fuerte en mi interior y me gritó que yo no quería estar ahí. Y tomé la decisión de marcharme de una relación que no me llenaba. En absoluto.  Decidí elegirme a mí, ponerme a mí por delante de todo y de todos. Aprendí a escucharme, a quererme, a valorarme y a aceptarme tal y como soy. Y cuando mejor estaba, más tranquila, más entera, menos rota, aparece alguien.  Ese alguien solo buscaba fluir y quise fluir con él. Ese alguien me está enseñando lo que e

Las mías

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  Llevaba un tiempo pensando en dedicarle esto a ellas. Las mías. Ellas son esas que me han visto pasando por el peor momento físico que he tenido nunca. Verás, nunca he hecho deporte y, desde hace algo más de 1 año, estoy haciendo crossfit. Sí, ese deporte que se ha puesto de moda y que te hace pasar los peores ratos de tu vida. Pues ellas, me han visto sudar la gota gorda, quejarme, tener ganas de vomitar, asustarme porque tengo el pulso a 1000 (la papa), que se me baje la tensión y se me quede media cara dormida y cagarme de miedo pensando que me estaba dando un ictus. En todas esas situaciones, y alguna más que se me escapará, me han visto. Y unas veces, la mayoría, se han reído de mí y, otras veces, se han asustado conmigo. Ellas son las que también me han visto pasando por un mal momento, por no saber qué quería en mi vida, por estar pasando por la crisis de los 40 a mis 27 años de edad. Son las que me han visto llorar, preocuparme, enfadarme, quejarme por esos pensamientos negat

Darío

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 Hola Darío.  Esta que te escribe es tu tita y te escribo porque quiero que, cuando seas más grande, leas esta carta que te escribo a 2 días de tú llegar al mundo y que, de alguna manera, sepas las sensaciones que tenemos los que somos tu familia. Que sepas, Darío, que has llegado a una familia que, antes de conocerte, ya te quería con locura y estaba deseando verte la carita. Tienes unos papás que darán la vida por ti, siempre y ante cualquier circunstancia; tienes un hermano mayor que, hasta que tú llegaste, era nuestra razón de ser, y que seguro te protegerá siempre; unos abuelos a los que se les cayó la baba hace 2 años y medio con tu hermano, y que no se les ha dejado de caer, y que contigo han vuelto a revivir esa emoción de ser abuelos por segunda vez; y tienes unos titos que te adoran y que serán tus escuderos siempre que sea necesario. Darío, has venido a esta familia a enseñarnos que el amor no se divide, sino que se multiplica. Que la vida puede ser maravillosa, incluso cuan

Él

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Hay momentos en la vida en que te asustas porque te abruman los sentimientos y las sensaciones que tienes. Momentos en que piensas que no puede ser todo tan perfecto. Hace tiempo me partieron el corazón, sin ningún miramiento, y tuve que curarme solita. Y para curarme me dediqué tiempo a mí misma, conocí gente nueva, eliminé de mi vida lo que era tóxico y empecé a vivir la vida que quería, la que de verdad me hacía feliz. Y entre risas y proyectos de futuro, en los que yo creía que no había cabida nada más que para mí, apareció él. Y entre dudas y miedos, tuve que decidir si abrirme para él y disfrutar de lo que la vida me estaba brindando, o tomármelo como algo pasajero sin involucrarme demasiado. Poco a poco me demostró que era distinto. Y mi coraza se fue resquebrajando y le fui mostrando quién era yo. Y llegó el primer "te quiero" y todas las dudas y miedos se desvanecieron por completo. Él, es esa persona que me ayuda a ser la mejor versión de mi, que me ayuda a saber ca