Adiós 2018
Otro año se va. Y, como cada 31 de diciembre, toca hacer balance de estos 12 meses que se han marchado. 365 días que han ido enseñándome nuevas sensaciones y experiencias. Comenzaré diciendo que creo que no exagero si digo que 2018 ha sido uno de los mejores años de mi vida. Ha sido un año que he dedicado a conocerme a mí misma y a mostrar lo mejor de mí a todos aquellos que han querido compartirlo conmigo. Han sido 12 meses de increíbles primeras veces, de dejarme llevar y cometer locuras o sabidurías, de avanzar y saber levantarme siempre, en todo momento. Recibí 2018 pegándole un portazo a 2017 y con los brazos muy abiertos para agarrarme a un año que, con certeza, iba a ser increíble. Porque, hablando claro, peor que el año anterior no podía ser. Quise despojarme de todas las cadenas que me maniataron en 2017. Me lo propuse, y lo conseguí. Escuché a muchos hablar sobre mi incapacidad para alcanzar ese objetivo. Hoy tienen que cerrar la boca y tragarse sus palabras. 2018