Medusa
Hay personas que vienen a nuestras vidas para quedarse y que te hacen los días más amenos. Hay personas con las que te cruzas y acabas formando equipo. Hay personas que se convierten en familia, sin serlo. Personas que te eligen cada día y que hacen que los elijamos sin que quepa ninguna duda. Hay una persona que me eligió un día y que decidió formar parte de mi vida, de mi camino. Que decidió enfrentarse a mis demonios conmigo. Que se quedó en todas las tormentas que yo misma invoqué. No podría definirlo mejor que diciendo que es una risa constante, una llamada perdida, un mensaje sin leer, una copa de vino medio vacía, un cigarro que se consume en la soledad de un cenicero. Es un abrazo que aprisiona, pero donde me siento libre. Es un beso inesperado cuando más lo espero. Es un "te quiero matar" pero "qué haría sin ti". Es un "llámame y lloramos" para que al final las lágrimas sean de risa. Es un oído que escucha hasta lo que no quiere escuchar.