Helena

Hay una persona en mi vida que es de esas que, al principio, te cuesta pillar, pero que tienen un encanto que te atrapa y hace que no quieras vivir sin ella ni un solo instante.
Es una persona que ha pasado por momentos duros y que, en algunas etapas, la vida ha sido muy perra con ella. 
Es una persona que ha caído muchas veces y que ha sabido levantarse.
Es una persona que prefiere callar cuando todo duele y volver a montar el puzzle sola, sin ayuda. Pero también es una persona que necesita un oído que quiera escucharla y que no haga preguntas, ni juicios. Solo espacio y tiempo.
Es una persona que ha aprendido a reírse de sus propias desgracias. Porque llorar es muy fácil. 

Es alguien que vino para quedarse.

Una vez me dijo que escribiera algo para ella en el blog. Lo que ella no sabía es que yo ya lo había pensado. Lo que sí sabe es que escribir sobre ella no es tarea fácil. Porque describirla a ella es describirme a mí. Porque jamás he conocido a alguien que se parezca a mí en tantos aspectos. Y la tarea más difícil del ser humano es describirse a sí mismo.

Hubo un tiempo en el que todo a mi alrededor era la oscuridad más absoluta, más impenetrable. Pero llegaron unas pequeñas luces que me rodearon e hicieron que me levantara del suelo en el que me encontraba sentada, tan perdida.
Una de las portadoras de esas luces es ella.
El significado del nombre Helena es "antorcha". Y no es casualidad.

A ti, Elena, no cabe en una vida mi agradecimiento. 
La valentía que supuso hacer las maletas y acompañarme a terminar una aventura que empecé y en la que, a medio camino, me perdí. 
Podría explicar perfectamente lo que hicieron tus palabras en mí. Mientras yo lloraba desconsoladamente, intentando encontrar alguna esperanza, algún sentido al miedo que estaba experimentando, con los ojos cerrados y la cabeza agachada, en el más imperturbable silencio escuché: "yo me voy contigo".
Juro que no podía creerme lo que estaba oyendo, pero sabía que lo decías con sinceridad. Y fue en ese momento, cuando más lloré. Porque de pronto mi miedo desapareció y volviste a aparecer entre las sombras portando una antorcha y dándome la mano.

Durante todos esos días, tú has sido quien le ha dado positivismo a mi vida, quien no ha permitido que le diera cuerda a mi mente, quien ha hecho que volviera a llorar de risa. Quien me ha hecho la vida un poquito más fácil.

Soy consciente de que hay que quererme mucho para aguantarme. Y sé, con certeza, que me quieres con locura. 

Y tú sabes que eres un pilar fundamental en mi vida. Y sabes que eres valiente. Porque no todo el mundo se habría lanzado al vacío conmigo, jugarse la vida de esa manera. 

Gracias, porque sin ti no habría podido. Porque has conseguido que el fin de esa aventura sea inolvidable.
Gracias porque sé que estás ahí para cuidarme y que teniéndote a ti no me hace falta nada más.
Gracias por el paracaídas que me prestaste, por esas risas durante la mañana, la tarde y la noche. Gracias por ser luz en medio de mi oscuridad.

Qué bonito es saber que siempre estás ahí. Quiero que sepas que siempre voy a cuidar de ti.
Como tú me has cuidado a mí.

Amiga, eres luz entre la oscuridad. 
Eres el león que arrasa con todos los miedos. Hasta con los míos.

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