Darío
Hola Darío.
Esta que te escribe es tu tita y te escribo porque quiero que, cuando seas más grande, leas esta carta que te escribo a 2 días de tú llegar al mundo y que, de alguna manera, sepas las sensaciones que tenemos los que somos tu familia.
Que sepas, Darío, que has llegado a una familia que, antes de conocerte, ya te quería con locura y estaba deseando verte la carita. Tienes unos papás que darán la vida por ti, siempre y ante cualquier circunstancia; tienes un hermano mayor que, hasta que tú llegaste, era nuestra razón de ser, y que seguro te protegerá siempre; unos abuelos a los que se les cayó la baba hace 2 años y medio con tu hermano, y que no se les ha dejado de caer, y que contigo han vuelto a revivir esa emoción de ser abuelos por segunda vez; y tienes unos titos que te adoran y que serán tus escuderos siempre que sea necesario.
Darío, has venido a esta familia a enseñarnos que el amor no se divide, sino que se multiplica. Que la vida puede ser maravillosa, incluso cuando no se está en el mejor de los momentos y que se puede querer sin conocer a una persona. Que hemos revivido contigo emociones que hacía tiempo que no sentíamos.
Darío, igual que le conté a tu hermano mayor cuando nació, debes saber que la vida es una montaña rusa, que unas veces estarás arriba y otras veces estarás abajo. Debes saber que por tu vida pasarán personas que podrán ser para siempre y otras que vendrán a cumplir una función y se marcharán igual que vinieron. Que todo lo que das de ti, volverá a ti, y a veces multiplicado por mil. Te enamorarás. Y no una, sino varias veces, y te romperán el corazón. Debes saber que no pasa nada. Eso se llama crecer y eso se llama vida. Y debes saber que, la vida apretará en algunas ocasiones y que no debes perder la esperanza porque algo bueno vendrá. Eso seguro.
Darío, deseo que tengas más motivos para reír que para llorar; que todas tus lágrimas se conviertan en risas multiplicadas por un millón; que todas las personas que pasen por tu vida te enseñen algo valioso, que luches siempre por tus sueños y que jamás te rindas; que lo intentes, te caigas, te levantes y aprendas; que siempre sepas elegir con quien caminar; que tengas el placer de conocer a amigos de verdad. Que seas siempre muy feliz.
Yo estaré caminando siempre a tu lado pendiente de tus pasos.
Te quiere,
tu tita María.
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