Solo recordamos lo que nunca sucedió

"A veces, solo recordamos lo que nunca sucedió."

Esa es una frase que leí en uno de mis libros preferidos. Y he intentado entenderla muchísimas veces, pero no he podido. Hasta hace unos días.

Todos tenemos, en algún momento de nuestras vidas, un pensamiento idealizado. Nos obsesionamos con reflexiones del tipo: "si esto hubiera sido de otra forma, ahora estaría así...", "si no hubiera dicho aquello, tal vez todo fuera distinto...", "si no me hubiera comportado de aquella forma, mi vida sería totalmente distinta..."

Queremos tener toda nuestra vida, todos los pasos que damos, todo lo que nos acontece totalmente cuadriculado. Y no nos damos cuenta de que queriendo organizar, estamos consiguiendo que la vida, lo bello de vivir, se nos escape de las manos.

Nos centramos demasiado en fustigarnos por haber hecho o deshecho, por el daño que podemos crear en alguien, por no disfrutar como debíamos cuando debíamos.
Y una vez que ha pasado el tiempo, vuelven aquellas palabras "y si...". Y nos adentramos en un tormento emocional donde echamos de menos lo que nunca tuvimos, y eso duele.

He aprendido que hay que dejar de vivir en nuestros pensamientos, dejar de planear nuestras vidas, y, simplemente, comenzar a vivirla, a disfrutarla. 
Si tenemos dudas, es fácil obtener respuestas formulando preguntas.
Si deseas tener algo en tu día a día, luchemos por ello. 
No sigamos pensando en aquello que podría ser, y empecemos a vivirlo.
Yo voy a vivirlo.

"La suerte no viene a buscarnos. La suerte hay que ir a buscarla."